El doble castigo.





Estoy tan lejos de cualquier ser en este pueblo de la Normandie que temo despertar loca. Sumo a esa sensación, el  problema que tengo con mi madre que no puedo visitar pues no tengo un quilo y lo referente a la salud de mi hija quien vive en Paris, todo junto, mi situación económica, la desastrosa inquietud  mental que me precede y no he sabido curar -a las asociaciones he añadido lecturas, reflexiones, sin poder establecer diálogos con nadie, en medio de redes sociales donde ni siquiera a quienes publico se les ocurre compartir un poema mío, o dejarme una nota de lectura, un “like” de cortesía; a tal punto que tengo la completa seguridad de que he muerto, desaparecí con la misma facilidad que no entré en grupos  intelo- políticos, pululantes  en revistas del exilio que me censuran, lo cual llega a ser asqueroso porque publican a esos que se llaman críticos guachipupa, académicos chícharo, sin vibraciones.

Vacuidad,   vanidad, falta de condimento, incapaces de cambiar en  un ápice cualquiera de las ideas que me sustentan. Ya quisiera no tener razón en muchas de esas ideas, pero no encuentro otras que meriten detenerse;  pura especulación,  lenguaje absurdo totalitario, mentalidad de provinciano con ínfulas y complejos, idolatría a personajillos de oscura procedencia, disidencia alpargatosa detrás de un empujado que creen les  ofrecerá “un puesto o consideración” en el cambio, el futuro cambio de una bloguera sin carisma, que anuncia desde hace meses la creación de un periódico, donde serán redactores, informantes de la desgracia que apoyan: el flote de mojones en el Caribe.

Entiendo que se consideren escritores y me da pena el esfuerzo enorme que hacen al fingir que no han existido Shakespeare, Cervantes, Dante, Proust, Faulkner,  Montaigne , Conrad , Hölderlin , Flaubert, James, Dickens , Baudelaire,  Eliot, Melville, Rilke, Lezama, Yeats, Carpentier,  muchísimos  más (copio a lista de por ahí, da igual, no hay que regalarles  lo imprescindible). Están detrás del show, del invento, del disidente viajero, del intelectual del mismo nUcleo del partido,  más felices que una lombriz con una hoja de pimiento en el recto- nueva categoría:   “desinfección de todo elemento libre pensante" y se suman, se suman, se suman a la comparsa  otros guaricandillas.

¿Cómo  pueden hablar de literatura cubana basados en las glorias que el propio sistema dictatorial estableció? ¿Por qué no osan con los poetas perdidos, en exilio, que se parten el lomo sin abandonar sus apuntes? ¿Cómo es que repiten esas jerarquías , sin tomar riesgos?

 Qué falta me hace mi amigo David Lago González, estoy en fin de vida más sola y molesta en el pensamiento que todos los achaques que trae al cuerpo la vejez.

En fin, banda que recibe dinero, viaja, establece gobiernos paralelos, censura, los futuros dictadores ya actúan como si estuvieran en la isla mamándoles el rabo a una jicotea.

Es lo que hay, el doble castigo. Así terminaré, hablándome en chino
Manganita.

                                                                                             dali




precedidos de algunos testimonios de sus contemporáneos
sobre los «años oscuros» del poeta.



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