NOS ha estado sucediendo


Jim UP


por

Victor Angel Fernandez Calzadilla

Cuando cayó el bloque soviético y comenzaron a aparecer los horrores que había detrás pensé "ahora todo el mundo se enterará de lo que en realidad ha estado sucediendo, NOS ha estado sucediendo". Eso fue en 1989, dos años después vivía en México y comenzaba a pasear un poco por el mundo. Mi naïves isleña padeció entonces las dentelladas de quienes suponía, se habían enterado de qué había tras el muro recientemente, y supe que -como los ciudadanos alemanes mientras los nazis cremaban a millones de seres humanos en sus industrias de la muerte- siempre lo habían sabido, no solo eso, lo aprobaban. Mirarle a los ojos a tu asesino y ver en su serena mirada el convencimiento de que te mata por tu bien, como si fuera un cirujano que extirpa un tumor -solo que el tumor eres tú- lo sabemos únicamente quienes hemos sobrevivido a Auschwitz. Así nos hemos estado mirando la izquierda y yo durante 25 años de exilio.
Un día, en algún momento, desistí. Ganó Marx, no Groucho -lamentablemente- en tanto que sí, un poco. Ganó Marx, el que no se bañaba, el que nunca trabajó ni puso pie en fábrica alguna, el que despreciaba a los obreros y se refería a ellos como "masa amorfa", el que preñó a la sirvienta y la echó a la calle por haberse quedado preñada, el que se burlaba y llamaba simio al marido mulato de su hija que, víctima de la humillación paterna -entre otras cosas- acabó/acabaron suicidándose. Y sigue ganando.
La reacción internacional desencadenada por la tardía muerte de nuestra santísima trinidad (los cubanos somos así de pintorescos y todo lo hacemos a lo grande, de modo que tenemos a Hitler-Goebbels-Menguele, tres en uno: fidel) es una especie de chorrito de orine con que, si algo me quedaba de fe en la Humanidad, los castrófilos me han apagado ese ínfimo rescoldo. ¿Suena tremebundo y trascendental decir "perdí la fe en la Humanidad"? Si, lo sé, solo tengo fe en los niños hasta que comienzan a ir al colegio donde un ejército de profesores marxistas (incluso en los colegios católicos) se encargará de programarle el pensamiento a su conveniencia. Tengo fe en el gesto individual particular del hombre/mujer que extiende la mano y ayuda a un semejante, pero no la tengo en grupos; que hable mejor Rabindranath Tagore en traducción de Juan Ramón Jiménez:
"El hombre es bueno, los hombres no".
...y por si fuera poco, España "manda" a dos hijos al funeral: S.A.R. Juan Carlos Primero, y Arnaldo Otegui. ¡Qué simbólico! La corona y el garrote, un día de estos conseguirán hacerme republicano europeo (americano ya lo soy).



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